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lunes, 5 de diciembre de 2016

Mi voto no es positivo

La adolescencia de la provincia ahora suma otro golpe bajo.

A partir de ahora, los legisladores de la Provincia de Buenos Aires podrán “regular, a través de sus concejos deliberantes, sobre otros límites etarios, conforme a su realidad socio-demográfica y cultural, estableciendo como límite de tal atribución legislativa, la prohibición de ingreso a los menores de 14 años a los locales e instalaciones bailables, cualquiera sea su denominación”.

Este proyecto tuvo el visto bueno de muchos intendentes, de los 58 municipios que están dentro del marco de la modificación que la ley permite por tener menos de 30 mil habitantes.

Aun así, no todos los legisladores, jefes comunales o profesionales creen que este sea un buen camino: "No es conveniente que se legalice que los niños entren a lugares bailables con adultos a la noche. Pero de hecho, es algo que está pasando", sostuvo la directora ejecutiva del Casacidn, Nora Schulman, quien repudió la modificación de la Ley de Nocturnidad y pidió trabajar en la prevención del consumo de alcohol y generación de políticas públicas.


Por su parte, cinco diputados bonaerenses expresaron su oposición a la ley por considerar que expone a los menores de edad a situaciones poco acordes a su edad.

Aunque no son todos, creo muchos de ellos se están sacando "un tema" de encima, en vez de proponer la creación de un espacio que los contenga y responda a sus verdaderas necesidades de encontrar su identidad.

No podemos instar a nuestros chicos a ir a un espacio en el que no están listos para participar. La adolescencia es un tiempo de muchos cambios, altos y bajos y formación clave de esa identidad, por lo que se están exponiendo a un escenario de personas que ya pasaron por esa etapa, y por ende, son otros los comportamientos los que desarrollan; aun más siendo un lugar de des-inhibición, sumado a la venta de alcohol que hace un cóctel explosivo.

Como si fuera poco o no alcanzara, simplemente hay que revisar las últimas estadísticas que alarman en cuanto al crecimiento de embarazos no deseados, abortos clandestinos, pérdida temprana de la inocencia, familias destruidas, entre tantas otras crisis que atraviesa hoy nuestra joven sociedad.

Y si fuéramos un poco más allá, podemos usar la razón y la lógica para interpretar que quien puede asistir a un boliche con mayores, es el que también puede votar en las elecciones, pero raramente si comete un hecho delictivo no va a la cárcel. ¿Curioso, no? ¿No sería un poco lógico que primero se resuelva el tema de la justicia, y después el de la diversión? ¿O será que no hay personas competentes en el poder para corregir las deficiencias que tiene este sistema?

Justificar que esto es darle un marco legal a "algo que ya está pasando", es reconocer la ineptitud de que no se ejercen los controles como deberían ser, como si a partir de esta modificación de la ley las medidas de seguridad fueran a cambiar como por arte de magia. LAS VAN A COMPLICAR MÁS SEÑORES, y no creo que estén a la altura de resolverlo de manera tan sencilla.

Para concluir, creo que adherir a esta ley es enviar a nuestros soldados inexpertos a una guerra para la cual no están listos ni armados.

La solución estuvo, está y siempre estará en la Familia y su puesta en valor. Hoy digo que MI VOTO, NO ES POSITIVO.