Recién me entero que hoy se celebra en el mundo, el Día del
lavado de manos. Lo primero que hice fue reírme. No por el tema, sino por la
frase.
Me parece excelente que tengamos un día para prevenir la muerte infantil y así tomar conciencia del tema, sabiendo lo importante que es.
Ahora explico el por qué de la risa. Siempre utilizamos la frase "se lavó las manos" para referirnos, a los que por algún motivo, se desligan de una responsabilidad. Y asocio este día mundial a las actitudes que nosotros tenemos en ciertas, pocas, muchas o algunas situaciones.
Padres con los hijos, hijos con los padres, empleados en su trabajo, esposos con problemas en su matrimonio, situaciones que enfrentar, responsabilidades que asumir, enfermedades que atender, mentiras que aclarar, decisiones que tomar, "cosas escondidas" y más. Mucho más.
Por qué no aprovechamos HOY, en este preciso día del "lavado de manos" para dejar, justamente, de lavarnos las manos y hacer lo que tenemos que hacer.
Seas padre, hijo, docente, alumno, político, vecino, empleado, jefe, amigo, ciudadano o, hasta ahora, enemigo de algo/alguien: DEJÁ DE LAVARTE LAS MANOS. Porque por más manos "limpias" que tengas, si la conciencia te demanda algo, es porque lo que hay que lavar es otra cosa.
No hagas la de Pilato. ABRAZO.
Me parece excelente que tengamos un día para prevenir la muerte infantil y así tomar conciencia del tema, sabiendo lo importante que es.
Ahora explico el por qué de la risa. Siempre utilizamos la frase "se lavó las manos" para referirnos, a los que por algún motivo, se desligan de una responsabilidad. Y asocio este día mundial a las actitudes que nosotros tenemos en ciertas, pocas, muchas o algunas situaciones.
Padres con los hijos, hijos con los padres, empleados en su trabajo, esposos con problemas en su matrimonio, situaciones que enfrentar, responsabilidades que asumir, enfermedades que atender, mentiras que aclarar, decisiones que tomar, "cosas escondidas" y más. Mucho más.
Por qué no aprovechamos HOY, en este preciso día del "lavado de manos" para dejar, justamente, de lavarnos las manos y hacer lo que tenemos que hacer.
Seas padre, hijo, docente, alumno, político, vecino, empleado, jefe, amigo, ciudadano o, hasta ahora, enemigo de algo/alguien: DEJÁ DE LAVARTE LAS MANOS. Porque por más manos "limpias" que tengas, si la conciencia te demanda algo, es porque lo que hay que lavar es otra cosa.
No hagas la de Pilato. ABRAZO.
15 de octubre - 14hs
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